Cómo llegué al porno?

 

No es fácil responder a esta pregunta… un torbellino de razones personales, situaciones extrañas y casualidades de la vida se cruzan y emborronan mi mente, cuando de alguna manera pretendo recapacitar sobre esta cuestión.

Supongo que debo ir por partes.
Empecé a posar frente a las cámaras hace ya 11 años y pese a que muchos creen que mis primeras sesiones de fotos fueron vestida con corsés y faldas de tul negro…nada más lejos de la realidad.
La pequeña Anneke de 17 años sabía lo que quería, entendía su naturaleza y le daba igual lo que pensaran los demás.
Así que empecé  a posar desnuda y en una actitud altamente sexual, allí entré en contacto con el mundo del BDSM y a hacer mis primeras sesiones de Shibari , que he de decir, que no me gustaron demasiado en ese momento.

Siempre he sido una persona extremadamente exhibicionista, mis amigxs tienen toneladas de fotos que lo corroboran.
Me gusta sentirme deseada, prefiero que me bajen las bragas a que me digan que me quieren, no porque no me flipe que alguien sienta amor por mi, sino porque creo que hay mejores maneras de expresarlo que con palabras ñoñas.
Soy adicta a mojar bragas, a poner palote al personal, a sentir que tengo el control sobre el deseo de la otra persona, es así, soy así.
Me gustaría decir que siempre he sido una gran consumidora de pornografía, pero sería meteros una trola del tamaño de un asteroide, me costó mucho tiempo encontrar porno que no me ofendiera a la vista y pisoteara mis principios. Básicamente me masturbaba con cine convencional, por lo general de terror, y con literatura también  oscura…
Me voy del tema.

A los 18 años empecé a salir con un chico,  dejé de lado la fotografía de desnudo y saqué la cabeza del mundo del BDSM como quien huye de un incendio.
Pasaron los años y después de reprimir hasta puntos enfermizos mi naturaleza extremadamente sexual, esta relación se terminó.
Una explosión aconteció dentro de mi, debía recuperar el tiempo perdido, así que horas después de esa ruptura, contacté con Polymerboy, quería volver a posar frente a su cámara, después de tantos años…

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Y volví a la carga.
De alguna manera la fotografía se convirtió en algo demasiado habitual para mi, necesitaba dar un paso más.
Entonces mi vida se convirtió en un no parar de experimentar, de ponerme en situaciones nuevas y de explorar otras formas de expresión.Quería gritar mi sexualidad, abrirme literalmente por completo… y en ese instante lo entendí todo, era mi manera de reivindicarme, de mostrarme subversiva. Decirle al mundo que ya no me importa casi nada y declararle la guerra a todos los prejuicios.
Pero no quería hacerlo de cualquier manera, la mayoría de productoras me dan grima y no quería formar parte de la industria del porno.
Nunca he querido mostrarme como un sujeto pasivo, un agujero que follarse en un sinfín de posiciones.
Entonces recordé la primera vez que vi a Diana J.Torres y su pornoterrorismo, y cuando descubrí los textos de  María Llopis, y ellas me iluminaron el camino, era eso lo que yo quería!

Inesperadamente apareció Nico Bertrand, quería hacer una sesión de fotos conmigo, algo muy loco, literalmente me dijo que podía hacer lo que me diera la gana, y bueno, terminé metiéndome una navaja por el coño… eso fue muy grande, gracias Nico, de verdad.
Luego hablé con él y le dije, » tío, esto es lo que siempre he querido hacer, pero, con la foto se queda corto, hay que hacer vídeos», y él «pues claro tía! nos vemos la semana que viene?»… El resto de la historia ya lo sabéis.
En pocos días Polymerboy volvió a contactarme, que si quería grabar un vídeo masturbándome «claro tío!», los astros se habían alineado… por fin…

vlcsnap-2015-01-19-17h38m51s227«Silent» BlackMind Studios

Paralelamente trabajaba como modelo para escuelas de Bellas Artes y pintores. En un principio lo hacía porque no encontraba curro de nada, mucho menos de algo que me interesara o tuviera relación con mis estudios, así que estar en un ambiente creativo era un buen plan.
Luego me frustré muchísimo, joder, quería un curro más estable, pero cada vez que hacía una entrevista me daban ganas de cortarme las venas. Estar mil horas haciendo algo que odio por un sueldo ridículo, llegar a casa a las tantas y no tener suficiente energía para trabajar en lo que realmente me llena, la creación.
Entonces me di cuenta de que con mi cuerpo podía ganar dinero, era algo así como autogestionarme , decir «no» a trabajar explotada para enriquecer a una multinacional,y empezar a  trabajar por mi cuenta, las horas que quisiese o pudiese, decidiendo yo misma hasta que punto y cómo me implicaba.
Entonces fui consciente de que había algo que nadie podía robarme, ni encarcelar, MI CUERPO.
Y así empecé con el mundo de las webcams, los shows por skype, la creación de vídeos y sets de fotos para vender online, a parte de los rodajes varios en los que he participado.

No se que me deparará el futuro, por el momento estoy tratando de estar más detrás de la cámara que delante, creo que ese va a ser el siguiente paso, pero, quién sabe!

 

 

 

 

 

 

4 comentarios en “Cómo llegué al porno?

  1. Pau dice:

    Tía, que guay es leerte. Gracias por compartir tus experiencias! Hay, además un poco de envidia sana y admiración en el placer que me da leerte. Ser consciente como eres de tantas cosas para contigo misma es fantástico. Un abrazo, seguiré leyendote.

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  2. Despentes sabía lo que decía dice:

    Tardaste bastante pero al final has encontrado tu camino. Gusto da ver mujeres empoderadas que quieren REVENTARLO TODO para crear su utopía.
    Un honor leer sus palabras.

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